Estas mallorquinas para arquitectos se pueden conseguir en aluminio, lo que permite un fácil mantenimiento, una gran durabilidad y alta resistencia a los climas más exigentes: lluvia, nieve, sol intenso y, a factores corrosivos como sal. Además, es un material ligero y fácil de manejar por los profesionales, por lo que es muy recomendable tomarlas como primera opción al momento de trabajar en un proyecto de este tipo.
La personalización de estas mallorquinas es otro factor que se debe destacar. El aluminio es un material muy fácil de pintar, y podemos encontrar pinturas que son muy resistentes contra las condiciones climáticas. Esto permite que el usuario elija el color que desee, e incluso, algún diseño. Las formas, claro está, son también elegibles por el cliente.
No hay límites respecto a la forma geométrica de la contraventana; la idea es que se adapten al espacio en cuanto a la estética del lugar y, por supuesto, la forma de la estructura en sí. Todo eso sin perder en lo más mínimo ninguna funcionalidad de la contraventana. Es perfecto para dar un toque personalizado a la vivienda.
En el caso de los proveedores como Mallorlux, ofrecen mallorquinas para arquitectos que se adaptan al 100% a las necesidades del cliente en cuestión. De esta manera, el arquitecto puede hacer una recopilación de requisitos y hacer el pedido al proveedor. El aluminio es un material fácil de moldear, por lo que Mallorlux puede cumplir con las exigencias más detalladas. Esta es una de las grandes ventajas de contar con un proveedor que hace uso de materiales modernos.