Limpiar tus persianas y conseguir que luzcan de la manera impoluta es una tarea dura y laboriosa. Requiere de mucho tiempo que, a veces, no tenemos y cuando nos ponemos el resultado no siempre es el adecuado. Sobre todo, cuando debemos enfrentarnos a la parte externa de las mismas, caracterizada por su difícil acceso.
Para conseguir que permanezcan en buen estado, es aconsejable limpiarlas diariamente para evitar imperfecciones provocadas por el polvo o la suciedad que pueden dificultar su correcta utilización.
En persianas mallorquinas Mallorlux, te damos algunas claves para que esto no ocurra y tus persianas queden como ‘los chorros del oro’.
1) La lluvia es un buen aliado: Si estás seguro que el material del que están compuestas tus persianas es resistente al agua, los días de lluvia son el momento indicado para hacer de tu limpieza algo sencillo. Eso sí, debes secarlas tú con algún trapo o paño para que el resultado sea uniforme.
2) Investiga acerca del material de tus persianas: Si conoces de qué están compuestas tus persianas, te será más fácil conseguir aquellos productos necesarios para mantenerlos en perfecto estado.
3) ¿Cómo limpiar la parte externa? Estas partes son las más costosas de limpiar en el proceso de higienización. Deberás tener especial cuidado de no lastimarte. Primero baja tus persianas hasta el límite que te permita actuar. Después con un palo largo que cuente con un trapo en la cabecera intenta restregar toda la parte exterior. Durante el proceso ve ajustando la altura de la persiana, según necesites.
4) Limpieza de la parte interna: Aquí el procedimiento es mucho más sencillo que con la parte fuera. Ajusta la altura de la persiana según la vayas necesitando y aplica los productos de limpieza sobre un paño húmedo que te ayude a combatir la suciedad.
¿Te parecen útiles estos consejos? ¿Se te ocurre alguno más?