En los últimos años, el ahorro de energía se ha convertido en un tema álgido, no solo por el hecho de bajar nuestra factura eléctrica, sino por el bienestar del planeta. A nivel doméstico es mucho lo que podemos hacer, comenzando con la instalación de persianas mallorquinas.
Sí. Aunque no lo parezca, la elección y buen uso de las persianas mallorquinas puede contribuir en gran medida con el ahorro energético, haciendo más eficiente el gasto dentro de nuestros hogares. ¿Pero cómo sucede esto?
Resulta que este tipo de persianas aportan una protección especial contra las temperaturas extremas y las inclemencias del clima, permitiendo gastar menos en climatización.
En palabras más simples: las persianas mallorquinas resguardan del calor en verano y protegen del frío en invierno. Sin embargo, esto no es un descubrimiento nuevo; desde su creación estas persianas han sido empleadas para la protección.
Históricamente, la vivienda mediterránea típica ha mostrado una gran eficiencia a nivel energético. Entre los aspectos que permiten esto se encuentra la persiana mallorquina, que por cierto, no es un invento muy contemporáneo que digamos.
De hecho, las persianas mallorquinas fueron inventadas por los griegos, como una forma de protegerse contra los fuertes vientos provenientes del mar. De esta manera podían mantener el frío en el exterior y el calor dentro de sus hogares.
En aquellos tiempos, eran construidas con mármol, un material sumamente resistente a las condiciones climáticas adversas. Con el paso de los años, fueron sustituidas por madera, de modo que se permitía el movimiento de las lamas y una ventilación más efectiva.
¿Cómo llegaron a la actualidad las persianas mallorquinas?
Su nombre actual se le dio una vez que llegaron a América de la mano de los conquistadores europeos. Entonces eran empleadas en las casas señoriales y en mansiones donde había sembrados de algodón. Brindaban ventilación cruzada en los intensos veranos y la protección ideal a lo largo del invierno.
A partir de aquí comenzaron su periplo por todo el mundo, hasta llegar a zonas tan lejanas como Australia y Sudáfrica, donde continuaron su evolución hasta convertirse en lo que conocemos hoy.
El perfeccionamiento de las persianas mallorquinas se dio en la Inglaterra Isabelina, donde los listones se tornaron más estrechos. En este país no eran símbolo de riqueza, sino todo lo contrario, dado que las usaban los habitantes que no podían costear ventanas.
Ya conocemos un poco sobre el origen de las persianas mallorquinas. Ahora nos centraremos en el tema principal de este post: ¿cómo contribuyen con el ahorro energético?
Persianas mallorquinas: Ahorrar energía
Los estudios más recientes señalan que el uso de persianas mallorquinas, en conjunto con unas buenas cortinas- puede permitirnos un ahorro del 10% del consumo de energía en una vivienda.
En sintonía con las transformaciones globales, es importante destacar que este ahorro no es solamente para nuestro presupuesto, sino que también redunda en un beneficio para el medio ambiente, al favorecer una menor utilización de calefacción y aire acondicionado.
¿Cómo ahorrar energía en invierno?
Los siguientes consejos nos ayudarán con el ahorro dentro de casa. Si los seguimos al pie de la letra, es seguro que lo veremos reflejado en nuestras facturas eléctricas.
En el invierno, especialmente durante los meses de mayor frío, se recomienda mantener abiertas las persianas mallorquinas que dan hacia el sur de la casa en las horas de sol. De esta manera nos aseguramos de que entre suficiente calor y luz.
Cuando vaya atardeciendo y al llegar la noche, deberemos cerrarlas para evitar la entrada del frío y el escape del calor. Así evitamos el uso excesivo de la calefacción.
Pero puede darse el caso de que a algunas de nuestras ventanas no les dé el sol a lo largo del día. En estos casos, es preferible no abrir nuestras persianas durante todo el día, a menos que se trate de una habitación muy utilizada.
¿Cómo ahorrar energía en verano?
En los meses de calor, nos corresponde hacer exactamente lo contrario. Debemos cerrar casi completamente las persianas a las que les dé el sol. Basta con permitir una leve abertura de las rendijas para que la estancia esté iluminada. Recordemos que el sol es muy intenso y no es necesario abrir las persianas de par en par.
Si los rayos del sol no tocan directamente el interior del hogar, la temperatura no se elevará en gran medida. Entonces será suficiente con mantener el aire acondicionado en una temperatura media, o incluso apagado.
Para que esta medida sea más eficiente, debemos acompañarla con un correcto empleo de las corrientes de aire cruzadas: este es el refrigerante natural por excelencia. Si no conocemos qué son, a continuación ofrecemos una breve explicación.
¿Qué son las corrientes cruzadas?
El verano en ciertas zonas de Europa puede ser especialmente crudo, al punto de que se generan olas de calor muy dañinas que pueden terminar con resultados lamentables.
Es por eso que debemos extremar los cuidados para nuestra protección y la de nuestra familia. Dentro de casa, las corrientes cruzadas pueden ser unas grandes aliadas para refrescar los ambientes en las horas de calor más intenso, sin recurrir al aire acondicionado.
Las corrientes cruzadas son un factor que se debe diseñar en el momento en que se construye la casa, de modo que se aproveche al máximo las características del terreno y del entorno. No obstante, unas buenas persianas mallorquinas contribuyen mucho.
Así que a la hora de diseñar tu vivienda, la ubicación de las ventanas es primordial, así como las persianas mallorquinas, dado que permiten el aprovechamiento de las corrientes de aire.
Recuerda: no se trata de tener muchas ventanas, sino de saber distribuir y aprovechar el espacio de forma óptima, a fin de ventilar y refrescar el interior. Las mejores opciones son las ventanas enfrentadas, que permiten una mejor circulación del aire y así tu casa estará fresca en pleno verano.
Un consejo sobre los materiales
Más allá de tener persianas mallorquinas, es importante que evaluemos los materiales de que están hechas. Lo ideal es que siempre las mandemos a fabricar con materiales aislantes; es decir, que no generen calor en exceso ni dejen pasar el frío con facilidad.
Más allá de las persianas mallorquinas: 9 consejos para ahorrar energía
La verdad es que a pesar de los grandes esfuerzos que se están haciendo a nivel global para optimizar el consumo de energía, todavía los hábitos de muchas personas no han sufrido un cambio sustancial. Los recibos de luz son cada vez más elevados, lo cual refleja un escaso o nulo nivel de ahorro, además de un encarecimiento de los servicios.
Pensando en esto y en todas las regulaciones y políticas relativas al ahorro energéticos, en las siguientes líneas te ofrecemos unos útiles consejos, que aunados al uso correcto de las persianas mallorquinas, nos favorecerán a todos.
1- Mantén tu hogar aislado
Las posibles fugas de aire deben ser controladas si quieres generar un consumo energético eficiente. Para ello debes revisar con especial atención las puertas, ventanas y las áreas que rodean los extractores y sistemas de ventilación.
Ten mucho cuidado, puesto que hay escapes complicados que deben ser remediados por profesionales si no quieres dañar algo o hacer el escape más grande. Por lo general, es suficiente con masilla o una pistola de silicona para sellar las aberturas.
2- Adiós a las bombillas tradicionales
Las bombillas LED o las de bajo consumo emplean diez veces menos electricidad que las lámparas halógenas tradicionales. Aunque sean una alternativa un poco más costosa al momento de adquirirlas, su vida útil es mucho más larga, así que realmente terminas ahorrando de varias maneras.
3- Cortinas y alfombras
El calor y el frío se transmiten más rápidamente a través de las ventanas y los suelos, por eso se recomienda el uso de cortinas y alfombras en el invierno, con el propósito de disminuir o eliminar los puntos fríos y conservar el calor que entre a lo largo del día. Tan solo esto puede significar un 25% de ahorro en tu factura.
Por otra parte, puedes mantener tu casa fresca en verano cerrando las cortinas de día y abriéndolas una vez que caiga el sol.
4- Desconecta lo que no estés usando
Sabemos que en la casa hay aparatos que se tienen que mantener conectados todo el día; sin embargo, evalúa cuantos otros enchufas sin necesidad. Desconecta cualquier artefacto que consuma energía mientras no lo estés utilizando: los cargadores de móviles son el ejemplo perfecto, pero también está el televisor o la pantalla del ordenador.
5- No más de siete minutos bajo la ducha
Los baños con agua caliente que duren 20 minutos o más se traducen en fuertes gastos anuales. La sugerencia es que no estés más de 7 minutos bajo la ducha. Esto puede representar un difícil cambio de hábito, pero puedes empezar organizándote y tomando el tiempo.
6- Luces apagadas
Otro cambio de hábito… ¿Eres de los que salen de una habitación y dejan la luz encendida? Pues, mal hecho. De ahora en adelante, asegúrate de que estén apagadas todas las bombillas que no sean necesarias. Recorre la casa y constata que todas la habitaciones vacías estén a oscuras.
7- Lava la ropa con agua fría
Ya no hace falta que laves toda tu ropa con agua caliente. Los detergentes modernos están formulados para remover suciedad y manchas incluso si el agua está fría. Por si fuera poco, de esta forma evitas el desgaste de los colores.
8- Cuida la temperatura del calentador
Los fabricantes de calentadores suelen fijar la temperatura media del agua en 60 grados centígrados. Esto es suficientemente caliente como para ocasionarte quemaduras y resulta muy dañino para las tuberías.
Te recomendamos establecer una temperatura cercana a los 40 grados, más que suficiente para regularla con el agua fría para ducharte o fregar. De esta forma ahorrarás dinero y energía.
9- No dejes encendida la calefacción ni el aire acondicionado cuando salgas
A pesar de que nos guste llegar a la casa y que la temperatura sea la ideal, es desaconsejable dejar los sistemas de calefacción y enfriamiento encendidos mientras salimos. Además, puede ser muy peligroso.
La recomendación de los expertos es programar el termostato de modo que empiece a enfriar o calentar la casa 20 minutos antes de que lleguemos. Dejar estos sistemas encendidos implica un gran derroche de energía y de dinero.
Otras ventajas de las persianas mallorquinas
Sabemos ya todos los beneficios que nos brindan las persianas mallorquinas a la hora de ahorrar energía en nuestra casa. También sabemos que aportan al diseño de nuestra vivienda un toque de moda y estética, sin dejar de lado lo tradicional. Pero hay mucho más que eso. A continuación, conoceremos más ventajas de este tipo de persianas.
- Frescura e iluminación: en primer lugar, sus lamas permiten el paso de luz y aire, al mismo tiempo que impiden que estos elementos se escapen.
- Comodidad: las persianas mallorquinas son sencillas a la hora de abrir y cerrar. Con ellas también se puede controlar la cantidad de aire y luz que deseas dejar entrar a tu casa.
- Aislamiento térmico: dependiendo del material de que estén hechas (madera, aluminio, PVC), se favorece el aislamiento térmico y acústico. La madera y el aluminio son muy buenos a la hora de aislar.
- Seguridad: representan una excelente barrera, pues protegen la ventana como si de una reja se tratara.
- Mantenimiento: las de aluminio y PVC son de fácil mantenimiento, además de aportar gran durabilidad. Basta con agua y jabón para tener unas persianas mallorquinas como nuevas.
- Resistencia: los materiales son muy resistentes a los embates del clima, los golpes, manchas, etc.
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